martes, 30 de julio de 2013

Los 5 Años que no fueron

Albergaba la tenue esperanza de que el perfume del fotograma se quedara aquí, cerca, con los dos, conmigo o al menos que su estela aromática e ígnea almizclara y entibiara el recuerdo -recuerdo que ya no me pertenece porque fue permutado por lo etéreo, por el accidente, por el libro, por el beso, por la noche, por algo, por nada, por mí y por la promesa que nunca fue.... Pero aún, después de mil ochocientos veinticinco eclosiones de luminares y cegueras me vuelvo hacia el arquetipo imperfecto, hacia la moldura inconclusa, hacia mi ensayo del futuro aplicado; donde los datos fueron profanados en razón de la abstracción vacía y quimérica, donde los datos fueron mancillados por la ciega presunción de una sujeción y por el ámbar dulce del espíritu ctónico.
Nada supervivió de los compromisos adquiridos que perecían al paso del luminar, nada supervivió del lascivo ciclo en la divina-abyecta ceguera; Todo parece una solidificación de neblina, atrapado en el centro, cinco metros de profundidad antes de cortar el nervio, la respiración no importa, la figura mental del recuerdo lo sustenta y revitaliza de cuando en cuando, la siguiente capa hará seis metros y no hay vuelta atrás, ya no hay.

Saosin - Translating The Name (2003)

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